¡Salve descubridores! Si visitáis las chulísimas playas de Tarifa y en particular la de Bolonia, os toparéis con el pasado hispanorromano de esta parte de Cádiz nada más caminar unos pocos cientos de metros por la playa: La villa costera de Baelo Claudia.
La verdad... es una pasada, tanto por el estado del yacimiento arqueológico, el centro de interpretación, pero sobre todo por el entorno donde se ubica: una belleza de paraje natural de montes calizos, playas extensas de arena fina y casi blanca y bosques de pinos que llegan hasta el mar, todo a los pies del monte de San Bartolomé. Y además, una duna gigantesca hacia el oeste que hace las delicias de todos.
Baelo se construyó hacia el s.II a.C. y era el principal puerto marítimo que enlazaba con la ciudad de Tánger (claro... ¡si es que está en frente!). Llegó a convertirse en un centro de importancia comercial gracias a la industria pesquera, los salazones (de atún sobre todo) y a una afamada salsa denominada "garum", especie de tapenade hecha de tripas de pescado, sal y condimentos. La villa comenzó su declive hacia la segunda mitad del s.II d.C., abandonándose definitivamente hacia el s. VII.
Esta joya arqueológica de nuestro pasadao hispanorromano tiene foro, teatro (¡hasta para 2.000 personas!), templos, calles y restos de murallas. Y además, alberga la única tumba en toda España de una mujer hispanorromana noble.
¡No os la perdáis! Y disfrutad además de la espectacular playa y duna de Bolonia.
Por si quires saber más...