El Real de a Ocho: la primera divisa de curso global de la historia
Nacimiento y cecas peninsulares y americanas
¿Cuánta gente en todo el mundo (y no digamos ya en España) sabe que la primera divisa de curso global de la historia durante 300 años fue el real de a ocho español? ¡Cuatro gatos! ¿Y cómo puede ser, os preguntaréis? Pues por falta de difusión sobre todo (y este punto en particular daría mucho que hablar…) y de curiosear y leer sobre nuestra, y la historia en general, una de las actividades humanas que enriquecen la mente y la vida estimados Hispanautas, pues nos aporta una perspectiva y retrospectiva espacio-temporal que con los años resulta esencial para el desarrollo de una cultura y visión del mundo plenas.
Bueno, filosofías aparte, ¡levemos anclas! El real de a ocho español, también llamado peso de ocho, peso fuerte, o peso duro, y conocido en el mundo anglosajón como piece of eight o Spanish dollar, fue una moneda de plata, LA moneda de plata, que dominó el comercio global entre los siglos XVI y XIX. Ni la libra esterlina británica, ni el dólar estadounidense, ni siquiera el euro actual tuvieron el impacto que tuvo la moneda española tanto por su alcance universal como por el temporal (tres siglos). Lo sorprendente es que esto apenas se sepa o se estudie en los ámbitos académicos sobre historia de la economía y comercio global; en muchos casos como si no hubiera existido, pasándose de refilón o de puntillas sobre el asunto. Buen repaso habría que darle a las cátedras de economía de occidente…
El origen del real de a ocho se remonta al s.XV en época de los Reyes Católicos. En 1497, y mediante la reforma monetaria denominada «Pragmática de Medina del Campo», se estableció el Real Castellano como moneda de plata y unidad de pago. La reforma buscaba regular todo lo referente a la emisión de moneda, su acuñación, pesos, medidas, etc. Pero no fue hasta principios del s.XVI cuando, por petición, orden e impulso del Virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, se comenzaron a acuñar los reales de a ocho en la primera ceca americana, a saber, la Casa de la Moneda de México (1536). Ello respondía a su visión y necesidad de organizar la economía del Virreinato de la Nueva España y evitar la circulación de otras monedas de adulterada calidad (como el oro mezclado con cobre). Así, y gracias a los gigantescos depósitos de plata de las famosas minas de Potosí en Perú (actualmente en Bolivia) y Taxco y Zacatecas en México, entre 1538 y 1824, se acuñaron millones de monedas que impulsaron la economía virreinal, el comercio Atlántico con Europa y el del Pacífico con Filipinas y sobre todo China, y de ahí… ¡a todo el orbe! Era una divisa aceptada no solo en Europa y América, sino también en Asia, en los puertos de África e incluso en el Imperio Otomano.
En la península hubieron tres cecas principales, las de Sevilla, Madrid y Segovia. En Hispanoamérica no obstante, ¡hubieron más de siete principales! A saber, las de México, Potosí, Lima, Cuzco, Guatemala, Cartagena de Indias, Bogotá, Santiago de Chile, entre otras menores. Los reales de a ocho por tanto, se podían distinguir por su ceca de procedencia y el año de acuñación, entre otros parámetros. Pero lo que las hacía excepcionales y únicas como divisa internacional en todos los continentes era la calidad de su plata y su valor intrínseco, su practicidad en las transacciones, y el hecho de que detrás estaba el respaldo de la Monarquía Hispánica, potencia mundial durante aquel periodo virreinal de tres siglos y pico.
Un alcance y uso global… ¡y colosal!
La dimensión que tuvo el real de a ocho español fue simplemente descomunal. Con decir que fue la moneda de curso legal en Estados Unidos desde 1785 hasta 1857, aunque ya se utilizaba en la época de las 13 colonias, y el modelo que el país adoptó para su futuro y hoy universal dólar, que en esencia, no fue otra cosa que la evolución del propio real de a ocho. La moneda llegó a Asia por vía del Galeón de Manila (activo durante la friolera de 250 años entre 1565 y 1815), que portaba cada año millones de monedas hasta Manila y de ahí pasaban al comercio español con China, país que solo aceptaba la plata como medio de pago. Es así como se inició la primera globalización de la historia de la humanidad (no os perdáis el fantástico y exitoso documental de Jose Luis López Linares «España, la primera globalización», estrenado en 2021 en los cines de España). En los incipientes EE.UU., aunque el gobierno creó la casa de la moneda en 1792 e instituyó el primer dólar estadounidense como tal, se seguía prefiriendo el real de a ocho español sobre aquél por su mayor popularidad; de hecho, aquellos tempranos dólares estadounidenses estaban respaldados por el «Spanish Dollar»; y en Canadá, lo mismo hizo el gobierno británico en el s.XVIII: adoptar la moneda española. En la lejana e incipiente colonia británica de Australia, ante la falta de masa monetaria se trajeron 40.000 reales de a ocho para estabilizar la situación económica, que pasaron a denominarse «Holey dollar», puesto que se les horadaba un orificio en medio para extraer el metal y conseguir más monedas en circulación.
Un caso histórico destacado tuvo lugar cuando Inglaterra procedió a la compra de Singapur en 1819 como base de comercio en el sudeste asiático para comerciar con China y frenar el expansionismo neerlandés en la zona. La transacción se hizo con, … lo habéis adivinado, … ya que el sultán de Johore no aceptaba ninguna otra divisa que no fuese el real de a ocho español. Otro caso curioso fue la venta de la Luisina francesa por Francia a los EE.UU. por 15 millones de … sip, lo habéis adivinado también.
El real de ocho era tan valioso que muchísimos países los instauraban como divisa de curso legal resellándolas con símbolos propios. Así, uno se puede encontrar reales de a ocho con caracteres chinos, coreanos, egipcios, de la India británica, Taiwán, Singapur, Arabia Saudí, Mozambique, Tailandia, Zanzíbar… y hasta en la propia Inglaterra. ¡Estaban por todas partes! En este artículo de Wikipedia podéis ver un buen número de imágenes de monedas reselladas y el país en cuestión. Verdaderamente son la mar de curiosas.
¿Origen del símbolo del $ del dólar estadounidense actual?
En la actualidad el mundo y la economía global se rigen por el dólar estadounidense, el «Spanish dollar» del siglo XXI. No pocas teorías han surgido sobre el origen del símbolo «$» actual, pero solo dos son las más ampliamente aceptadas, y ambas convergen inevitablemente en el origen netamente hispano. La primera teoría apunta a que el símbolo actual del dólar estadounidense proviene directamente del diseño columnario de uno de los tipos de real de a ocho español, algo que podría resultar bastante evidente visualmente a cualquiera: los pilares de la «S» barrada representarían las dos columnas de Hércules (esto es, el estrecho de Gibraltar con el promontorio de Gibraltar en Europa y en frente el Monte Musa en África), y la banda sinuosa con el lema «Plus Ultra» («más allá») del escudo español. Pero esta no es 100% segura y no se ha dado, parece ser, con ningún soporte documental histórico fidedigno que así lo corrobore. La segunda teoría y más aceptada entre expertos es que el símbolo proviene de la abreviatura «Ps» de la palabra «Peso» (la «P» superpuesta sobre la «S» al escribirla) y como un simple descendiente lineal simplificado a la hora de escribirlo. La grafía fue variando con el tiempo hasta evolucionar al actual símbolo «$». Puesto que las dos monedas coexistían, los estadounidenses simplemente acabaron por adaptar el símbolo. En este caso sí que hay numerosa documentación tanto de la América española como de EE.UU. que muestra el original, las variantes y su evolución final.
Tipos y simbología
Existen varios tipos de reales de a ocho que fueron acuñados en las cecas peninsulares y americanas. Estos tipos eran en función del lugar y año de acuñación, y el regente del momento, Austria o Borbón, ya que distintos reyes emitieron distintos modelos de monedas. Se puede decir que en términos generales había seis tipos (las descripciones siguientes no siendo exhaustivas):
- la moneda circular sin cordoncillo,
- la macuquina de escudo y cruz,
- la macuquina de escudos y columnas de Hércules, también conocida como «de mundos y mares» o «columnarias»,
- la macuquina de escudos y columnas de Hércules y típico de las cecas peruanas y en las que aparece ya las palabras «PLUS ULTRA», el lema de la Monarquía Hispánica,
- las columnarias de «mundos y mares» de dos mundos y cordoncillo, aparecida por primera vez en 1732, y la más universalmente y conocida de todas; en su reverso se mostraban las columnas de Hércules coronadas sobre ondas de mar, con el lema «PLUS ULTRA» en las cartelas izquierda y derecha y entre ambas dos orbes terrestres coronados. Y además, las palabras en latín «UTRAQUE UNUM», que significa «ambos son uno» o «ambos son lo mismo», en referencia a que ambos hemisferios, ambos mundos, el viejo y el nuevo, de la Monarquía Hispánica eran iguales e universales.
- Y finalmente, la de busto y cordoncillo, en la que se mostraba el busto de o bien Carlos III o Carlos IV, y la leyenda (al igual que en las anteriores) «DEI GRATIA HISPANIARUM ET INDIARUM REX» o «Rey de España y de las Indias por la gracia de Dios»
Para finalizar, hay un librito estupendo de lectura obligada para todo el que quiera conocer en tan solo dos horas y con café (o cerveza) en mano la historia de la primera globalización gestada por la Monarquía Hispánica a través del comercio, el real de a ocho de plata, China y Filipinas y el galeón de Manila. El libro se titula «La plata y el Pacífico: China, Hispanoamérica, y el nacimiento de la Globalización» y no tiene desperdicio. Su versión en inglés es «The Silver Way: China, Spanish America and the birth of Globalisation, 1565 – 1815». Los autores son Peter Gordon y Juan José Morales.
¡Ah! y otro dato más: si queréis ver reales de a ocho de verdad, visitad el Museo de la Casa de la Moneda de la Real Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en Madrid donde hay toda una sección donde se exponen junto con explicaciones, vídeos y más. O también el Museo Arqueológico Nacional donde también se exponen muchos ejemplares.
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