¿Llegó España primero a Nueva Zelanda? Un árbol en Galicia tiene la (posible) clave
¿Qué tienen que ver un árbol en las antípodas de España y una comisaría de policía en La Coruña?
Pues resulta, ni más ni menos, que con el hecho de que allí se encuentre una de las más importantes pruebas físicas de que fueran navegantes españoles quienes arribaran uno y dos siglos antes respectivamente que los afamados Abel Tasman y James Cook a Nueva Zelanda y Australia. Bueno, en el caso de Australia se sabe que fue así y documentado está; en el caso de Nueva Zelanda, se trata de indicios y pruebas, que no son (aun) concluyentes al 100%… pero casi. Bueno, y, ¿lo del arbolito? Pues… ¡levemos anclas! y os contamos.
Resulta que el árbol en cuestión es un Metrosidero Excelsa, llamado “árbol de hierro” por su llamativo interior rojizo, un precioso árbol de la familia de los mirtos con flores rojas que puede alcanzar los veinte metros de altura, y que tiene la particularidad de que crece únicamente en un lugar del planeta: Nueva Zelanda. Para los maoríes es un árbol simbólico, cuyo nombre local es pohutukawa, y que crece principalmente en zonas costeras.
El pohutukawa es por tanto un árbol único de esa zona del mundo, por lo que su presencia en Galicia es prueba de que alguien, en algún momento, llevó sus semillas desde Nueva Zelanda hasta allí. La otra variable de la ecuación entonces sería su edad. Expertos de España y Nueva Zelanda estiman que el metrosidero de la Coruña tiene varios siglos, lo que concordaría cronológicamente con la época de su llegada y plantación en Galicia alrededor del s. XVI. Sin embargo, desafortunadamente no puede taladrarse para realizar un análisis dendrológico completo y determinar así su edad exacta, debido a que el árbol está considerado como especie protegida y el estudio exhaustivo podría dañarlo. El asunto tendrá que…. esperar….
Las expediciones españolas a Terra Australis Ignota
Pero la pregunta es, ¿cómo ha llegado entonces este maravilloso y curioso árbol desde las antípodas al jardín de una comisaría de policía en la ciudad gallega? La hipótesis que nos concierne tiene que ver con los viajes de exploración y descubrimiento llevados a cabo por España en el s. XVI en el Pacífico. Durante la “Era de los Descubrimientos” (s. XVI – XVII) fueron muchos los viajes llevados a cabo por la Monarquía Hispánica a esta parte del planeta tras el descubrimiento del Océano Pacífico por Balboa el 25 de septiembre de 1513 y el cruce del mismo por la expedición Magallanes-Elcano en 1521. Pero el de mayor importancia para esta historia fue el de la expedición de García Jofre de Loaísa, que partió de La Coruña el 24 de julio de 1525 con siete navíos y 450 hombres. El propósito de la expedición era dar seguimiento al primer viaje de circunnavegación Magallanes-Elcano y conquistar las Islas Molucas para asegurar así la ruta de la especiería. La expedición, durísima, fue un fracaso, en términos relativos, e incluso el propio comandante Loaísa murió en ella, seguido tan solo unos días después por el colosal Juan Sebastián Elcano, segundo al mando, quien halló en mitad del Pacífico “magno sepulcro del tamaño de su figura” para la eternidad. Por cierto, la segunda circunnavegación del planeta no es la que hizo el corsario inglés Francis Drake (más de 50 años después de la de Elcano) como se atribuye en casi todas las fuentes “reconocidas” de por ahí. Fue la de Loaísa, puesto que los supervivientes de la expedición Fernando De la Torre, Andrés de Urdaneta y ocho tripulantes más regresaron a España en 1536 a bordo de navíos portugueses, completando así la segunda circunnavegación de la tierra.
Resumiendo mucho la historia, uno de los navíos de la flota, la carabela San Lesmes, se perdió en el extremo sur de Argentina en la noche de los tiempos durante un temporal que separó a las naves, solo para dejar para los siglos venideros un rastro apasionante de pruebas físicas, históricas, antropológicas, testimoniales y documentales del destino de aquella tripulación (en su mayoría gallegos) en todo el arco polinesio, Australia y Nueva Zelanda, donde se asentó, asimiló y mezcló su sangre, creando una estirpe antropológica de polinesios y españoles que dura hasta nuestros días. No nos vamos a detener aquí en los detalles, pero las pruebas y vestigios apuntan a que, en sus andaduras por la zona e intentos por retornar a España, la tripulación arribó en algún momento a Nueva Zelanda y se asentó allí. El hallazgo en Wellington en 1904 de un morrión y espada españoles del s. XVI apuntalan la teoría. Así por tanto, la hipótesis más plausible es que las semillas del metrosidero coruñés habrían sido llevadas por algún tripulante español (o portugués) hasta Galicia en algunas de las expediciones del Pacífico que lograron milagrosamente retornar a España.
“Desde Nueva Zelanda y Australia con amor”
Este es un caso más donde la involucración de personas únicas allende los mares interesadas en nuestra historia, junto con historiadores de prestigio aquí en casa, desentierran, investigan y sacan a la luz hipótesis (y a veces pruebas y hechos fácticos irrefutables) que prenden la mecha de más investigaciones sobre el asunto, conducentes a menudo a descubrimientos relevantes e interesantísimos libros y/o artículos o documentales de interés. Y lo decimos así porque en gran parte fue gracias al investigador y cineasta neozelandés Winston Cowie y al historiador australiano Robert Langdon a que la historia de la más que probable arribada de españoles junto con portugueses a Australia y Nueva Zelanda y del metrosidero de La Coruña surgiera a la luz. Y paralelamente con ellos, por la fantástica labor de nuestro colosal historiador Luis Gorrochategui quien desde hace años viene sacando a la luz esta parte de la historia de España y acercándola al gran público mediante libros, conferencias, documentales y vídeos interesantísimos.
Hablando de libros indispensables… os recomendamos los siguientes, para comenzar a sumergiros y descubrir la apasionante historia de la llegada de los españoles a la Tierra Australis Ignota y Nueva Zelanda tan pronto como en el s.XVI, y los viajes exploratorios españoles en el Pacífico y en la Polinesia en particular.
“La Carabela San Lesmes” de Luis Gorrochategui.
“The Lost Caravel” de Robert Langdon.
“Conquistador Puzzle Trail” de Robert Langdon.
“Nueva Zelanda, un puzzle histórico: tras la pista de los conquistadores españoles” de Robert Langdon.
Ya sabes, investiga por tu cuenta, hazte con lecturas interesantes, curiosea, y comparte este artículo mediante el botón rojo que tienes en la esquina inferior derecha.